QUIETUD
El cambio no es un evento, es un estado constante. Umbral explora ese instante suspendido en el que todo está a punto de transformarse. La caída, la pausa, lo que resiste y lo que cede: en esas tensiones invisibles se revela lo humano.
Me sostengo en la rigidez, pero vivo expuesto a las fuerzas que me transforman. Ese es el umbral en el que habito. Mirar lo cotidiano con atención se convierte entonces en un acto de descubrimiento.
La fotografía muestra lo que solemos ignorar: la tensión entre lo inevitable y lo que insiste en desafiarlo. La rigidez con la que construimos el mundo —esa ilusión de control— es también un gesto de resistencia frente a las fuerzas que nos superan.
No es solo un paisaje urbano. Es un recordatorio de que lo invisible actúa siempre, de que bajo la quietud laten fuerzas que nos cambian. Entre lo que se sostiene y lo que cede, habitamos todos.
Umbral no busca respuestas, sino pausas. Nos invita a reconocer que vivimos suspendidos, siempre en tránsito. Que lo invisible nos moldea. Habitar el umbral es aceptar que la vida es un equilibrio frágil entre lo que permanece y lo que se transforma. Y que en esa tensión radica la verdadera belleza.
Fotografía Digital